El Marco de Referencia de la Competencia Digital Docente (BOE 191 de 2020) es la respuesta desde el Marco europeo de competencias digitales DIGCOMP al hecho de que la tecnología afecta todos los aspectos de nuestra vida cotidiana y ha cambiado la forma de comunicarnos, localizar información, disfrutar del tiempo libre, de realizar compras, etc. No es extraño que la competencia digital deba formar parte de la formación de los ciudadanos del siglo XXI.
La Competencia digital implica el uso crítico y seguro de las Tecnologías de la Sociedad de la Información para el trabajo, el tiempo libre y la comunicación. Apoyándose en habilidades TIC básicas: uso de ordenadores para recuperar, evaluar, almacenar, producir, presentar e intercambiar información, y para comunicar y participar en redes de colaboración a través de Internet (European Parliament and the Council,2006).
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Esta necesidad social supone un reto para los métodos de trabajo de los docentes en contextos pedagógicos, didácticos y administrativos, el desarrollo de la competencia digital de los estudiantes y el progreso en las distintas dimensiones de esta competencia. Los estándares educativos deben por tanto incluir el tipo de conocimientos y habilidades que pueden ayudar a los estudiantes al desarrollo de las nuevas competencias requeridas en la sociedad actual, que se ven potenciadas por la tecnología, especialmente aquellas relacionadas con la gestión del conocimiento.
El marco de referencia agrupa las competencias en cinco áreas: información y alfabetización informacional, comunicación y colaboración, creación de contenidos digitales, seguridad y resolución de problemas. Cada competencia está definida por un conjunto de descriptores y su grado de desarrollo se categoriza en tres niveles: básico, intermedio, avanzado. Este es un documento que debe someterse a una evolución y adaptación continua y, por tanto, estará sujeto a revisiones periódicas a través de grupos de trabajo especializados. Las áreas sobre las que se trabajan son:
Fuente: INTEF
Los estudiantes tienen el reto de ser capaces de identificar información creíble, citar fuentes, proteger su propiedad intelectual, aplicar valores y actitudes éticas en las comunicaciones e interacciones, producir sus propios recursos digitales y desarrollar una relación reflexiva en relación con los suyos y acciones de otros, diferencias culturales, valores y derechos que forman parte de la competencia digital.
En cada una de ellas se encuentran las veintiuna competencias que conforman las áreas anteriormente citadas. Además, se establecen seis niveles competenciales progresivos: A1 Nivel básico A2 Nivel básico B1 Nivel intermedio B2 Nivel intermedio C1 Nivel avanzado C2 Nivel avanzado.